¡Al volante, una persona como tú! Soy quien va al volante, quien te abre la puerta y quien quiere que vuelvas a contar conmigo porque te fue bien.
Arranqué solo, con mi propio coche y el deseo de trabajar por mi cuenta, a mi manera. Siempre supe que el trato directo y la seriedad no fallan. Con el tiempo, fui ganando clientes que me recomendaban, y así empezó a crecer esto.
Si me reservas, ahí estaré. Me gusta que las cosas funcionen sin líos: llego, recojo, llevo. Siempre estoy atento a los detalles, escucho al cliente y busco que el viaje sea tranquilo. Así es como entiendo el servicio, y así me gusta mantenerlo.
Si alguien me llama para un viaje, lo mínimo que puedo ofrecer es respeto por su tiempo. Cada trayecto es importante, ya sea corto o largo. Valoro mucho que la gente repita, y para eso hay que cumplir.
A lo largo del tiempo, los pasajeros que han viajado conmigo destacan varias cosas. Aquí te dejo tres que se repiten mucho, y que me esfuerzo por mantener en cada trayecto.
No hace falta hablar mucho. Me ven llegar y saben que están en buenas manos. Eso me lo han dicho muchas veces.
Sé cuándo charlar y cuándo dejar espacio. No soy invasivo, pero si hace falta conversación, aquí estoy.
La gente me llama otra vez porque sabe que cumplo. No hay sustos ni retrasos. Si digo que estoy, estoy.